Una reciente investigación de UNICEF reveló que el 30% de las chicas y chicos de entre 0 y 17 años que vive en Argentina es pobre y un 8,4% es extremadamente pobre lo que representa que hay 4 millones de niños en todo el país. La cifra surge de un estudio que mide la pobreza multidimensional. Si bien el estudio no se basa únicamente en lo monetario la variable inflación seguirá acelerando el número de pobres.
La categoría analítica utilizada por el organismo
de la ONU combina 28 indicadores de privación que miden desde la nutrición de
los niños hasta la exposición a la violencia. Esto lo diferencia de los
estudios tradicionales miden la pobreza a través del consumo o el ingreso.
"El ingreso monetario sólo contabiliza a los
niños cuyos padres tienen la billetera vacía, y deja fuera de la estadística a
las familias que técnicamente cubren las necesidades monetarias básicas y aun
así son pobres si se consideran otras dimensiones como las que propone la nueva
medición", explicó Sebastián Waisgrais especialista en monitoreo y
evaluación de programas de UNICEF.
De acuerdo con esta metodología multidimensional,
en Argentina el 30% del total de niños en situación de pobreza multidimensional.
Este porcentaje representa alrededor de 4 millones de niñas y niños que tienen
un promedio de 5,7 privaciones entre las 28 posibles.
La medición también alcanza a las chicas y chicos
extremadamente pobres, que constituyen el 8,4% de la población infantil y que
tienen en promedio 8 privaciones que afectan sus derechos.
Del total de los indicadores de privación que
componen las diez dimensiones de la pobreza multidimensional están construidos
con datos de la Encuesta de Indicadores Múltiples por Conglomerados (Multiple
Indicator Cluster Surveys o MICS, según su sigla en inglés), impulsada por
UNICEF y realizada en Argentina entre 2011 y 2012 y por datos más recientes de
la Encuesta Permanente de Hogares de 2015.
Los indicadores de privación que detectan carencias
materiales y emocionales e impiden el desarrollo integral de los chicos. Estos
indicadores se agrupan en diez dimensiones, asociadas a los Objetivos de
Desarrollo Sostenible y la Convención Sobre los Derechos del Niño. Las diez
dimensiones son Nutrición, Salud, Educación, Información, Saneamiento,
Vivienda, Ambiente, Violencia, Trabajo, Juego e Interacción.
Además el estudio de UNICEF muestra que el 19% de
niños que no son pobres por ingresos sí lo son por dimensiones no monetarias
como la educación o la vivienda inadecuada. En tanto, un 34% de los que no son
pobres por dimensiones no monetarias, sí lo son por el criterio de pobreza
monetaria.
Otro dato destacado es que la brecha entre niñas y niños de diferentes estratos sociales es muy pronunciada. Los niños que están en la base de la escala social tienen una chance 13 veces más elevada de sufrir privaciones, comparados con aquellos que están en la cúspide de la pirámide social. La probabilidad de ser pobre de un niño que reside en el Noroeste Argentino es 6,5 veces más elevada que la de un niño de la Ciudad de Buenos Aires.
Fuente: http://www.ambito.com/movil/noticia.asp?id=838039