Argumentan no saber dónde se ubican, pero de manera irregular los rocían con pesticidas para que no florezcan. Lo hacen cuando algo falla en la cadena de complicidades. O, más claro, en la cadena de pagos. Son los códigos tácitos que altas autoridades del Gobierno de México mantienen con los cárteles de la droga que controlan los campos de amapolas y el tráfico de heroína.
La llamada –y promocionada– "guerra contra la
droga" ha dado un inesperado beneficio a los narcos, que vieron cómo sus
negocios debían transformarse y los hicieron más redituables. De la cocaína y
la marihuana a la heroína. El despacho de drogas se diversifica y llega como un
tsunami a los Estados Unidos, donde el Gobierno federal lo considera una
"epidemia".
Según un informe de la DEA, la agencia antidrogas
estadounidense, existen cuatro áreas principales para la producción de heroína
en el mundo. La más prolífica es México. Sólo entre 2013 y 2014, la superficie
de plantaciones de amapolas –la materia prima de esta poderosa droga– se
incrementó un 62 por ciento, sobre todo en el estado de Guerrero y en el
Triángulo de Oro, conformado por Sinaloa, Chihuahua y Durango.
Nancy Cortés pertenece al Departamento de Ciencia
Política y Relaciones Internacionales de la Universidad de San Diego. Es
experta en narcotráfico y en bandas criminales mexicanas. "La heroína es
llamada 'la nueva epidemia', porque es la droga ilícita que más llama la
atención para cumplimiento de la ley, y el crecimiento de su consumo es una
legítima razón de las preocupaciones públicas en varias ciudades de los Estados
Unidos", indicó Cortés en diálogo con Infobae.
En la última década, el consumo aumentó más del
doble entre los adultos jóvenes de entre 18 y 25 años. Las muertes, mucho más.
Ascendieron un 286% desde 2002. Sólo en 2013 –el último informe del Centro para
el Control y la Prevención de Enfermedades estadounidense del que hay registros
oficiales–, más de 8.200 personas perdieron la vida por su abuso en el país del
Norte.
El tráfico de un país a otro es de
"hormiga". Se transporta desde México a los Estados Unidos en
pequeñas cantidades en automóviles particulares. Mayormente cruzan por
California o Texas. A medida que la droga fluye por la frontera, la violencia
interna crece exponencialmente, lo que se convierte en una doble
"epidemia".
Consultado por Infobae, Luis Astorga, del Instituto
de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México
(UNAM), lo explicó: "La demanda de heroína desde el Norte ha aumentado
desde hace varios años. Ocupa menos espacio para transportar y es más rentable.
El mercado es más reducido, pero con altas ganancias".
Cortés, en tanto, detalló cómo durante los años
2000 hubo un cambio paulatino entre los consumidores. Su anterior inclinación
por la cocaína descendió considerablemente y adoptaron a la heroína como
principal estimulante. "El consumo de heroína estuvo alimentado por un
amplio suministro e inteligentes mecanismos para atraer a nuevos
clientes", explicó la académica de la Universidad de San Diego.
Al tiempo que el consumo de cocaína se desplomaba,
los miles millones de dólares que recibían los cárteles mexicanos también
declinaban. La visión "empresaria" de los capos narcos salvó el
negocio. "La marihuana no fue la única fuente de ingreso en los cárteles.
Las organizaciones delictivas transnacionales mexicanas jugaron un papel
importante en el tráfico de cocaína a los Estados Unidos y, durante gran parte
de los 2000, los ingresos por cocaína superaron los de marihuana", expresó
Cortés.
La acción del Gobierno mexicano es celebrada por
los narcos. Sin estimaciones –hasta el momento– de la superficie con plantaciones
de amapolas, la llamada "guerra" contra el tráfico se da en las
ciudades. "Las únicas estimaciones oficiales de hectáreas cultivadas de
amapola en México han sido y son las del Departamento de Estado de los Estados
Unidos. El Gobierno mexicano nunca las ha reconocido", dijo Astorga, quien
añadió que luego de un convenio entre el Gobierno y la Oficina de Drogas y
Crimen de las Naciones Unidas (UNODC, según sus siglas en inglés), este junio
se conocerían cifras oficiales. La demora tomó varias décadas. La amapola
florece en México desde los años 30.
"La 'guerra contra las drogas' resultó en la
fragmentación y diversificación de las organizaciones criminales. Se
reestructuraron, a menudo reduciendo su capacidad y la necesidad de mirar
fuentes alternativas de ingresos. Fueron 'forzados' a adaptar sus actividades
criminales", subrayó Cortés, y añadió: "El tráfico de heroína se
convirtió en la solución perfecta dadas las nuevas circunstancias".
Además, "a diferencia de la cocaína, su producción puede ser doméstica",
lo que la convierte en un tesoro narco mucho más versátil. Incluso, esa
"guerra" facilitó que el tráfico de heroína fuera más sencillo.
"Era una actividad mucho más lucrativa, aun en cantidades pequeñas",
indicó la académica de la Universidad de San Diego.
A partir de esa supuesta lucha oficial contra las
organizaciones criminales, los narcos mexicanos no deberían diseñar planes de
ciencia ficción para traficar toneladas y toneladas de drogas para equiparar
las ganancias que obtenían con la cocaína. Todo se redujo en la cadena de
producción, salvo los millones de dólares que fluyen incesantes.
"Los estados donde se produce amapola son
pocos, igual que las organizaciones criminales que trafican con la
heroína", explicó Astorga. Según este especialista mexicano, el cártel que
mejor domina el mercado y el know-how es el dominado por Joaquín "El
Chapo" Guzmán, aun tras las rejas. "La más vieja, con mayor saber
hacer, con redes de distribución en los Estados Unidos y con mayor experiencia
en las relaciones con el poder político es la de los líderes originarios del
estado de Sinaloa".
Cortés coincide con Astorga. Si bien cree que actúa
como una "franquicia" conformada por pequeños grupos criminales más
que como una empresa con un mando unificado, el Cártel de Sinaloa no tiene el
monopolio de la heroína. A pesar de haber tercerizado el cultivo de amapola en
Guerrero y otros estados y ser el principal actor en este "negocio", comparte
el comercio del producto con otras redes más pequeñas y difíciles de
desmembrar. La ironía de la "guerra contra las drogas".
"No creo que la erradicación de los cultivos
haya sido la prioridad de los gobiernos mexicanos", indicó Cortés.
"El objetivo principal de la 'guerra contra las drogas' ha sido atacar a
los capos, no ha habido otras iniciativas para abordar la cuestión del cultivo,
como el intento de legalizar la producción de amapolas para uso
medicinal", concluyó.
Astorga cree que la solución llegará cuando las
autoridades "contengan y debiliten de la mejor manera a las organizaciones
criminales más violentas". "Hasta el momento, eso es lo que hacen los
países más desarrollados. La diferencia la hace la solidez de sus democracias e
instituciones, la existencia de una política de seguridad de Estado y la
eficacia de su sistema de administración y procuración de justicia.
Precisamente lo que no tenemos en América Latina", finalizó el profesor de
la UNAM.
Fuente: http://www.infobae.com/america/america-latina/2016/06/14/mexico-el-nuevo-gran-productor-de-heroina-del-mundo/