En general, la
ingesta se inicia a los 13 años y continúa con sesiones de excesos en las
denominadas “previas”, que son reuniones con amigos antes de ir a los boliches
y en las que las bebidas alcohólicas son las protagonistas.
“Consumir en
exceso contribuye a formar un hábito adictivo e interfiere con el desarrollo de
algunas estructuras del cuerpo y del cerebro, afectando la salud futura de
nuestros jóvenes”, explicó el doctor Eduardo Kalina, Master en Adicciones y
Director Médico del Instituto de Psiquiatría Psico-Neurobiológica Brain Center.
“Otro de los riesgos ocurre cuando luego de haber bebido conducen automóviles:
una combinación explosiva”, insistió.
La ingesta
excesiva de bebidas espirituosas lleva aparejados riesgos graves de salud a
largo plazo, como enfermedad cardiovascular, cirrosis, cáncer y adicción, pero
éstos son peligros que el joven no asume como propios. “Sienten que son
inmortales, que difícilmente les va a suceder algo, y que eventualmente es un
daño lejano y futuro. Sin embargo, es el camino necesario para comenzar a
desarrollar la dependencia”, reflexionó Kalina.
En opinión del
profesional, “si bien un consumo moderado de alcohol es considerado una
práctica social y no es necesariamente dañino para el cuerpo, los perjuicios
que la ingesta abusiva puede ocasionarle a una persona son ampliamente
superiores a los aparentes beneficios, y es preciso estructurar una serie de
medidas que contribuyan a desalentar el consumo en exceso, tanto en los adultos
como en los jóvenes”.
Frente a la
pregunta sobre cómo hacerle frente a este problema, el Master en Adicciones
propone cinco medidas que contribuirían
a disminuir la ingesta en todos los grupos de edad:
• Aumentar los
impuestos a las bebidas alcohólicas. En el plano internacional, se vio que un
aumento de un 10% en el precio de estos productos generaba una reducción del
orden del 7% en el consumo.
• Prohibir las
publicidades. Con el antecedente del cigarrillo, se propone evitar que haya
anuncios que tengan a las bebidas alcohólicas como protagonistas, ya sea en la
vía pública o en los medios masivos de comunicación. Esta iniciativa ya está
siendo implementada por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, que acaba de
promulgar una ley que limita la publicidad en la vía pública.
• Controlar el
consumo de alcohol en la calle. Si bien la Ley Nacional de Lucha Contra el
Alcoholismo (N° 24.788 /97) prohíbe la ingesta en la vía pública, esta medida
no siempre se cumple. Beber alcohol en la calle puede generar cambios
conductuales, desinhibición e intoxicación, lo que aumenta el riesgo de que se
produzcan altercados, accidentes y episodios violentos en general.
• Adelantar el
horario de ingreso a los boliches. En parte, los jóvenes consumen tanto alcohol
porque tienen tiempo para hacerlo. Se reúnen cerca de la medianoche y durante
dos a tres horas se dedican a “la previa”. Si el horario de inicio de la actividad
de los boliches se adelantara por ley a las 23 o a las 0 horas, se reduciría
notablemente el consumo.
• Controlar
enérgicamente que no se venda alcohol a menores. Este punto también está
contemplado en la citada ley, pero su incumplimiento está prácticamente
generalizado. En otros países, todos los comercios exigen la presentación de
identificación que acredite la edad. En la Argentina, chicos de 13 ó 14 años
pueden acercarse a los negocios y comprar alcohol sin ningún requisito;
inclusive suelen pedirlo por teléfono/delivery a quioscos que trabajan
ilegalmente y no les solicitan la exhibición de documento alguno.
“Con la
implementación de estas cinco medidas, que para instrumentarlas se requiere el
compromiso de las entidades gubernamentales y de la sociedad en su conjunto,
sobre todo para normatizar su cumplimiento, el consumo de alcohol se vería
reducido sustancialmente, contribuyendo a que se produzcan muchos menos
accidentes automovilísticos y domésticos, a disminuir las peleas y agresiones
en la vía pública ocasionadas por el elevado consumo, y a reducir el desarrollo
de conductas adictivas y de enfermedades asociadas a la ingesta excesiva de
alcohol”, concluyó Kalina.
Fuente: http://www.docsalud.com/articulo/7671/cinco-propuestas-para-reducir-el-consumo-de-alcohol