Marzo no es simplemente otro mes. Comienzan las clases y hay
que preparar la billetera para cubrir un gasto extra: útiles, uniformes y
meriendas. Claves para gastar un poco menos.
Paro docente de por medio, esta semana arrancarán las clases
en la mayoría de los escuelas. Una señal más que letal que atenta directamente
contra las billeteras. Es que el gasto es inevitable, independientemente de que
la escuela sea pública o privada.
La larga lista de útiles, más los uniformes y los gastos
extras, como las meriendas, suponen un desembolso en esta época del año.
Encima, el precio de la canasta escolar se incrementó casi un 38 por ciento.
Sin embargo, no hay escapatoria ante la compra.
Desde Mi presupuesto familiar, un sitio especializado en
herramientas para manejar la economía del hogar, dan algunos consejos para
ahorrar algo de dinero en esta etapa.
Las especialistas también recomiendan darle participación a
los chicos. Las compras previas al inicio de clases son una buena oportunidad
para hablar con ellos de gastos, dinero y trabajo.
Sin apuro
La ansiedad que provoca el inicio de clases es inevitable.
Pero para el bolsillo, lo mejor es tomárselo con calma. Los comercios se
anticipan y ponen todos los artículos escolares en sus góndolas con tiempo. Las
ofertas, en cambio, llegan más tarde, cuando las clases ya empezaron. La
contra: hay más gente y la mercadería está desordenada.
La ley de las R.
El orden ayuda mucho al bolsillo. Una buena idea es revisar
qué quedó del año pasado en condiciones de seguir siendo usado y reciclar.
Involucrar en esta tarea a los más chicos, para que aprendan el valor de las
cosas y la importancia de cuidarlas.
Lo básico.
Hacer una lista y comprar lo básico. Esto ayuda a evitar los
impulsos y a comprar por las dudas. No es aconsejable comprar de más. Lo mejor
es esperar a que la escuela indique cuáles son los materiales que van a
necesitar (algunas entregan esas listas en diciembre, cuando termina el año).
Sin chicos.
Un sano consejo es hacer las compras sin los chicos, para
que no se tienten con los artículos de sus personajes preferidos, que
generalmente son los más caros. Si no se puede, acordar con ellos de ante mano
qué cosas podrán elegir, como por ejemplo, la mochila.
Por mayor.
Al por mayor las cosas salen más baratas. Si el bolsillo lo
permite, comprar en cantidad y de una sola vez aquellos útiles que seguro
utilizarán los chicos durante todo el año, como hojas, lapiceras, liquid paper,
lápiz y goma. Otra opción es comprar entre varios padres y repartir.
La ayuda virtual
No solo hay que buscar y comparar precios entre los
comercios a los que se tiene acceso. En las tiendas virtuales también hay
buenas ofertas y a veces dan la posibilidad de usar la tarjeta de crédito para
pagar en cuotas. Ojo: si son con interés, evaluar si realmente conviene.
Capítulo aparte.
Los libros son carísimos, pero se pueden conseguir usados de
chicos que hicieron el mismo grado o materia el año anterior en buenas
condiciones. Lo mismo con los de lectura. Hay muchas librerías que venden
textos usados más baratos.
Gasto extra.
Todos los coles tienen kiosco, pero por los precios, no
suele ser lo más conveniente, además de que es más difícil controlar qué comen
los chicos. Lo mejor es que lleven preparado algo de casa (las cajas de
alfajores, turrones, barras de cereal, galletas, etcétera, salen más batatas
cuando se compran en cantidad en comercios mayoristas) y darles algo de dinero para
uno de los recreos, por ejemplo, o determinado día de la semana para que ellos
elijan.
Cara, pero buena.
Los chicos arrastran las mochilas, juegan con ellas y las
cargan con muchas cosas. Conviene comprar una de buena calidad, aunque sea más
cara.
Fuente: AB