Un fallo de la Sala C de la Cámara Comercial admite que un
cheque rechazado por el banco por no tener fondos, resulta un “hecho revelador
de la impotencia patrimonial”, que autoriza al pedido de quiebra.
La Sala C de la Cámara de Apelaciones en lo Comercial
ratificó que un cheque “rebotado” por no tener fondos es un indicio del estado
de cesación de pagos que amerita un pedido de quiebra.
Por adherir a ese criterio, rechazó la apelación del
presunto deudor, cuya quiebra fue solicitada en autos “Industrias Alimenticias
Mendocinas S.A. le pide la quiebra Compañía de Recaudaciones S.A.”, contra el
auto que desestimó las explicaciones para dar cuenta de que no se encontraba en
la situación de cesación de pagos.
“Tiene dicho el tribunal que si bien la cesación de pagos
constituye un estado de impotencia patrimonial que impide al deudor cumplir
regularmente sus obligaciones (arg. art. 78, Ley 24522), no puede soslayarse
que el art. 83 de la ley citada sólo requiere del acreedor peticionario de la
falencia la prueba sumaria de los hechos reveladores de aquella situación de
impotencia patrimonial (art. 79 L.C.Q.)”, advirtieron los camaristas Julia Villanueva
y Luis Machín,
En esa senda, consideraron que el rechazo del cheque se
encuadra dentro del denominado “hecho revelador” previsto en el inc. 2° del artículo 79 de la
ley concursal: la “mora en el cumplimiento de una obligación”.
“Ese recaudo debe prima facie tenerse por cumplido en el
caso, a poco que se repare en la naturaleza del título –cheque rechazado por el
banco girado por la causal “sin fondos”-, cuyo incumplimiento fue invocado como
hecho revelador de la impotencia patrimonial que se le imputa”, destaca el
fallo del Tribunal de Apelaciones.
La Cámara rechazó la defensa del apelante, que argumentó que
antes de pedir la quiebra tendría que haber iniciado el juicio ejecutivo y que,
ante la imposibilidad de pago, recién ahí solicitar el inicio del proceso
falencial. “Carece de todo sustento o apoyatura legal en la normativa vigente”,
sostuvo.
Fuente: Abogados Tucumàn