Los cuentos de nuestra infancia, los mitos y leyendas; y las
pequeñas historias con personajes universales, son el deleite de muchos
tucumanos que disfrutan, como cuando niños, de una lengua común a todos los
pueblos, trasmitida por los cuenteros orales.
La narradora peruana, Flor Canales Bastidas, junto a las
cuentacuentos tucumanas Alejandra Jiménez y Olga Martínez, reviven el arte
de la tradición oral a través de sucesivas presentaciones en nuestra
provincia.
Ayer se se presentaron en el Museo Casa Padilla, en el marco
del ciclo cultural ¿Dónde están las llaves? Continuarán hoy por la tarde, de
16:30 a 19:30 horas, en el Ente Cultural de Tucumán, con el taller El arte de
sanar a través de los cuentos; y finalizarán la jornada, a las 20:30 horas, con
la función de cuentos Amoritmos, de cantos y cuentos, en el Árbol de Galeano.
Flor visitó varias veces nuestra provincia, en el marco de
los festivales internacionales de cuentacuentos que cada año se celebran en
Tucumán. En esta oportunidad, brindará un taller de narración oral escénica que
tendrá un enfoque terapéutico. “Está destinado a todas aquellas personas que
tiene interés de trabajar los cuentos pero desde una mirada humana para el
acompañamiento y el trabajo en hospitales, onegés, agrupaciones juveniles y
escuelas”, contó, en representación de sus colegas tucumanas.
Por la noche, en el Árbol de Galeano, “nos podremos un poco
más misteriosos y románticos, en un espacio que me encanta mucho, presentando Amoritmos,
cuentos cantados y cantos contados, donde podrán disfrutar de narraciones
acompañadas de música y danza, donde la palabra se puede hilar con otros
recursos”.
La artista manifestó su satisfacción de que el Gobierno
tucumano siga promoviendo la narración, dentro de sus actividades culturales,
“porque muchas veces se cree que los cuentacuentos no están entre las artes
escénicas mayores. Creo que es una estrategia maravillosa para llegar al
público, donde la palabra cobra una vitalidaasfdd única, para que la gente
viaje donde quiera”.
De una generación a la otra
Los cuentos manifiestan un lenguaje sin fronteras que en los
últimos tiempos, en algunos países y ciudades, comenzó a extinguirse. Por
fortuna, nuestra provincia conserva este acervo tan sano. “Tucumán tiene una
bella tradición oral. La gente todavía se concentra con la escucha atenta. Algo
que no se ve en las ciudades tan capitalinas, invadidas por el ruido. La
provincia posee esta magia de poder halarse de escuchar una historia, sentarse
en familia y disfrutar de un momento mágico”, finalizó la cuentera.
Fuente: Abogados Tucumàn