Son alumnos de tres escuelas locales y uno de la Universidad
Tecnológica Nacional (UTN). Todos participaron, por primera vez, de un concurso
de robótica, la “LigaBot 2017” que se realizó en Tucumán en el marco de la
muestra Educatec. Todos pasaron esa instancia provincial con diferentes diseños
de robots y ganaron el certamen, por lo que hoy competirán en la Roboliga
(XVIII Olimpiada Argentina de Robótica) en San Luis.
Desde el 2014 la práctica de la robótica comenzó a
expandirse desde las escuelas técnicas y el ámbito privado a otros
establecimientos educativos y grupos de jóvenes, que se contagiaron con la idea
de crear sus propios autómatas.
Hay una verdadera fiebre de la robótica, que a partir del
lanzamiento del Club Provincial de Robótica tuvo un impacto extraordinario en
los chicos y familias completas”, destacó el ministro de Educación, Juan Pablo
Lichtmajer.
En ese sentido, la robótica en las escuelas ya es una
política de Estado con la que Tucumán busca proyectar a sus estudiantes al país
y al mundo.
Cada proyecto tiene sus particularidades: a unos les costó
más porque nunca habían armado un robot; otros no contaban con materiales
suficientes para concretar su idea tal cual la imaginaron. En lo que sí
coincidieron los cuatro equipos fue en el poco tiempo que tuvieron para armar
sus diseños, que no fueron para nada improvisados y que les permitieron ganar
la LigaBot en diferentes categorías.
Un luchador de sumo
El “Bomtec” es un robot pequeño, de apenas 15 centímetros de
altura, pero es el más robusto de los ganadores. Su forma compacta y fuerte lo
llevaron a superar la categoría Sumo de la LigaBot. Tiene la condición de pelea
y lo hace dentro de un tatami, como los luchadores de sumo, donde pone a prueba
la robótica en movimientos, percepción del entorno y fuerza.
Lo más difícil de armar a “Bomtec” fue la parte del
software, contó el capitán del equipo Alexis Paz, quien trabajó junto a María
Cata y Darío Frías. Ellos son alumnos de la Escuela Técnica n°4 “Juan XXIII”.
“No fue fácil, pero pudimos programarlo con las placas electrónicas, con las
que le dimos las coordenadas de alcance y distancia para que pueda funcionar
bien”.
Valeria de Haro, docente y coordinadora del equipo, explicó
que la enseñanza de la robótica no se limita al armado del diseño, sino que es
un conocimiento integral del que los alumnos aprenden informática, electrónica,
hojalatería y matemáticas : “Es algo productivo que sustenta los conocimientos
de los chicos. Las ciencias duras también se aprenden viendo la aplicación de
todo integrado en conjunto, en este caso en el robot”.
Alexis resumió que su expectativa, además de tener una buena
participación en San Luis y continuar aprendiendo, es “hacer un taller de
robótica para los chicos del primer y último año de la escuela” y para eso
cuenta el apoyo de los profesores “que siempre nos dan una mano”.
Ecológico e integrador
“Estacionate” no es en sí un robot. Es más bien un juego con
un teclado adaptado para niños y adultos con discapacidad motriz y psicomotriz
que no pueden usar el teclado convencional de una computadora. Ganó en la
categoría Feria de Proyectos Robóticos de la LigaBot.
Juan Cuello, Belén Robles y Alejandro Frías, alumnos de la
Escuela Técnica n°1 “Independencia Argentina”, junto con su profesor Emilio
Murrillo le dieron vida a cartones y papel aluminio, inspirados en la modalidad
de trabajo “reciclabot”, un modo de mezclar electrónica, informática y la
ecología en piezas robóticas.
“Está hecho de cartón y tiene tres teclas que hacen
funcionar un videojuego; la idea surgió a partir de las sugerencias y charlas
con los chicos de la Escuela Especial ALPI”, contó Juan.
El juego está hecho en Scratch (aplicación para programar) y
el objetivo es lograr estacionar un colectivo sin chocarlo y esquivando
obstáculos. Funciona mediante un guante que se coloca en la mano de la persona
con discapacidad y permite pulsar otras teclas.
“Tiene tres teclas: adelante, izquierda y derecha. No tiene
atrás, porque les inculcamos a los chicos de ALPI que una vez que tomen una
decisión siempre vayan hacia adelante”, una de premisas del equipo de robótica
según Belén.
Una prótesis robótica
Francisco Peco Hernando tiene 21 años y estudia Ingeniería
Mecánica en la UTN. Hace unos años comenzó a experimentar con la impresora 3D,
con lo que creó su propio microemprendimiento de elementos decorativos y
funcionales fabricados con es máquina.
De esos experimentos salió un prototipo de brazo robótico
que funciona imitando prácticamente todos los movimientos de esa parte del
cuerpo humano. “Ahora falta comunicarlo con la mente de las personas”, detalló
Francisco. Eso se logra conectando la prótesis a sensores parecidos a los que
se utilizan en estudios cardiológicos.
El estudiante explicó que este brazo robótico, una vez
mejorado su diseño actual, sería más avanzado que una prótesis, “porque se
podría comandar cada dedo de forma individual y mejoraría el trabajo de la
mano”. El costo aproximado sería similar o menor al precio de una prótesis
estática.
“Mi idea es poder implementar este proyecto, hablar con
médicos y que el brazo llegue a ser utilizado por la gente que lo pueda llegar
a necesitar”, concluyó el inventor, quien ganó la LigaBot en la categoría
Mayores.
Rescatando al robot Ryan
Parece tener ojos y despierta ternura por la expresión de
sus piezas electrónicas. En realidad son sus sensores que están ubicados de tal
manera que le dan un rostro a “Rafaelbot”, el robot de la Escuela Técnica n°1
“Rafael Marino” de Tafí Viejo.
Este prototipo de robot móvil está programado para seguir
una línea de color a través de un laberinto, sortear obstáculos y rescatar a
una “víctima”. Fue justamente esta prueba con la que los chicos lograron
clasificar a la instancia nacional, en la categoría Rescate.
Robot-Educacion-LS-2
“Los alumnos fueron capacitados desde lo más básico en
partes necesarias para un robot y fueron avanzando en las prácticas de
programación hasta llegar al armado del prototipo final”, contó el maestro a
cargo del equipo, Rodolfo Quipildor.
Las prácticas en robótica “sirven para achicar la brecha
tecnológica que hoy en día se ve en la parte electrónica relacionada con la
tecnología”, consideró el docente y valoró que “los chicos participen y se vean
motivados”.
Calixto Barbosa, Aldana Soria, Sofía Ibañez, Maxi Castro,
Nehuen Castillo y Nicolás Rodríguez estaban nerviosos porque, según ellos, no
habían tenido la preparación suficiente para la LigaBot, por lo que veían
lejana la chance de ir a San Luis.
Calixto, el representante del equipo, recordó que se
prepararon solo durante un mes. “Aún así llegamos a hacer mucho. Es la primera
vez que participamos en algo como esto. El armado fue fácil porque somos de una
escuela técnica, lo más difícil fue la programación porque no teníamos
conocimiento de casi nada”, dijo.
“No hay nada como competir y ver a los pares. Queremos que
todos hagan una muy buena experiencia en San Luis, porque finalmente el deseo
del Ministerio de Educación es que el año que viene la Roboliga se haga en Tucumán”,
anunció por su parte el titular de la Coordinación de Educación Digital, Ramiro
Torres.
Fuente: Abogados Tucumán