El Gobierno aseguró que ya acordó con la CGT el 90% de los
145 artículos del anteproyecto de ley, con lo cual la reforma tendría casi
asegurado su paso por el Congreso. La cúpula sindical definirá oficialmente su
postura este jueves, en medio de una interna entre el moyanismo y el ala
dialoguista para bailar el tango se necesitan dos. Esta vieja frase milonguera
es la que guía por estas horas los esfuerzos del Gobierno para acordar con la
CGT la reforma laboral.
Pese a las objeciones planteadas por los abogados de la
central sindical, las negociaciones siguen en marcha.
Las conversaciones no responden tanto a un gesto de republicanismo
como sí a la necesidad del oficialismo de llegar al Congreso con un piso de
consenso.
Sucede que, con 25 bancas en el Senado, Cambiemos requiere
del voto del peronismo "friendly", que reúne 31 voluntades y es
liderado por Miguel Pichetto.
La postura que adopte la CGT es clave para el Gobierno, que
ya decodificó el mensaje de Pichetto: la bancada de senadores peronistas no va
a acompañar ningún proyecto que no cuente con el aval sindical.
La estrategia sigue los pasos de la Ley de ART. Tras el
fracaso de un DNU repentino de Mauricio Macri, el pacto con la central obrera
posibilitó el visto bueno del Senado a la norma (que bloquea el acceso del
empleado a la Justicia Laboral, con la finalidad de reducir reclamos por
accidentes y enfermedades del trabajo).
Lo mismo se busca con la reforma laboral. En el Ministerio
de Trabajo aseguran que solo resta acordar el 10% de los 145 artículos del
borrador que contempla:
- Un blanqueo de trabajadores
- La baja de cargas patronales
- El régimen de nuevas pasantías
- Profundos cambios a la Ley de Contrato de Trabajo (LCT)
Fuente: Abogados Tucumán