De las modificaciones que se impulsan, está la posibilidad de eliminar los regímenes de jubilaciones de privilegio.
La presentación de la reforma previsional en el Congreso y
el pacto fiscal firmado entre provincias y Nación, que prevé eliminar los
regímenes de jubilaciones especiales, derivó en una ola de consultas y
preocupación entre las personas que están cerca de jubilarse, según confirmaron
desde diferentes estudios de abogados previsionalistas.
Uno de los puntos del
pacto fiscal firmado entre gobernadores y el Ejecutivo nacional planea
"impulsar la eliminación de las iniquidades generadas por los regímenes de
jubilaciones de privilegio". Y, en el proyecto de la reforma
previsional, además de la modificación en la fórmula para calcular la
actualización de los haberes (dentro del régimen común), incorpora la
posibilidad, si bien por ahora voluntaria, de extender la edad para acceder a
la jubilación a los 70 años. Actualmente, las mujeres se pueden jubilar a los
60 años, mientras para los hombres la edad es de 65 años.
"Se dispararon las consultas. No tenemos estadísticas,
pero los docentes son los que más están averiguando", sostuvo Christian DAlessandro, abogado
previsionalista y director del Instituto de Personas Mayores del Colegio de
Abogados de Morón. Si bien identificó que los maestros son los que más
preguntan, en otros rubros, como en construcción y peones rurales también están
preocupados, con la dificultad adicional de contar con toda la documentación
para poder acceder al régimen especial de jubilación. Estos dos últimos, si
bien no tienen la posibilidad de, al jubilarse, cobrar un haber del 82% móvil,
sí pueden acceder al beneficio antes de la edad general. "La gente está
muy movilizada", añadió.
Los grandes cuatro
grupos que hoy gozan de una jubilación especial son los docentes, el Poder
Judicial, los del Servicio Exterior de la Nación y los agremiados al sindicato
de Luz y Fuerza.
El abogado previsionalista Guillermo Jauregui dijo que "no se salva nadie" con la reforma. Aunque sostuvo que aún hay
que esperar para ver cómo avanza alguna modificación en los regímenes
especiales. "Trascendieron algunos números y sostienen que algunos no se
pueden financiar así mismos, como en el caso de Luz y Fuerza", agregó. De
todos modos, a su entender, "lo más fácil es meterle la manos en los
bolsillos a los jubilados comunes; los docentes tienen gremios muy
fuertes", identificó.
"La gente está asustada porque los que se jubilaban a
los 60 o 65, piensan tengo que trabajar 10 años más, más allá de que es voluntario",
sostuvo Federico Despoulis, del
estudio Fernández Cerone y Despoulis Netri. "Están preocupados porque no
se sabe qué va a pasar", sostuvo.
Según definió, los
regímenes especiales están hechos por una cuestión en particular: un
docente no resiste trabajar hasta los 65 años, por el stress que implica la tarea. Ejemplificó con números de la
Ciudad de Buenos Aires: por año se jubilan 1700 docentes. "Cuando tienen
la edad, ni lo piensan", admitió.
El previsionalista Adrián
Troccoli diferenció a los regímenes de privilegio, en los que están el
Presidente, el Vicepresidente y los jueces de la Corte Suprema; y los
especiales, donde están los docentes, jueces, servicio exterior y Luz y Fuerza.
Si bien reconoció mayor preocupación entre quienes estén
cerca de jubilarse, resaltó un punto no menor: que la posibilidad de ser
jubilado se adquiere por cumplir por los requisitos de la ley, es decir, la
edad y los años servicios, más los requisitos especiales. "La solicitud no
es constitutiva de un derecho: no es el hecho de ir a la ANSeS de solicitar la
jubilación, lo que te da el derecho", agregó. En ese sentido, busó dar
tranquilidad a quienes aún no hayan solicitado el beneficio ya que, al cumplir
con los requisitos, se adquiere el derecho que esté vigente según la ley.
Además, "todas las leyes siempre, cuando se modifican los requisitos, dan
un plazo. No podés levantarte un día y enterarte de que perdiste un
derecho", aseguró.
Fuente: Los primeros