En las conclusiones tras la tradicional evaluación del artículo IV, los directores del organismo indicaron que recortar esa asistencia ayudaría a mejorar la credibilidad del régimen de metas de inflación y la credibilidad de la autoridad monetaria
El Fondo
Monetario Internacional (FMI) hizo hincapié en reducir el financiamiento del
Banco Central al Tesoro para “afianzar la independencia” de la autoridad
monetaria y a apuntalar “la credibilidad del régimen de metas de inflación”.
La
recomendación quedó plasmada en la evaluación de la junta de directores del
organismo en el informe del artículo IV, el tradicional análisis anual que el
Fondo hace de sus países miembros y que, en el caso de la Argentina, fue
retomado el año anterior tras ser suspendido durante el kirchnerismo.
"Los
directores aplaudieron el compromiso de las autoridades de mantener la
orientación restrictiva de la política monetaria para cumplir las metas de
inflación", dice el comunicado que acompaña el informe. "Insistieron
en que reducir el financiamiento monetario del déficit ayudaría a afianzar la
independencia del banco central y apuntalar la credibilidad del régimen de
metas de inflación", agrega.
El informe
se difundió un día después de que el gobierno de Mauricio Macri anunciara una
“recalibración” de la política económica al relajar las metas de inflación
oficiales para los próximos años, un giro que reavivó el debate sobre la
independencia del Banco Central y la credibilidad del esquema de metas de
inflación implementado por Federico Sturzenegger. El Gobierno también dispuso,
justamente, una disminución del fondeo del Central al déficit fiscal.
Los
directores del Fondo “acordaron que un menor déficit fiscal reduciría las
vulnerabilidades externas, crearía credibilidad y ayudaría a anclar las
expectativas de inflación”, pero se mostraron divididos a la hora de ofrecer
una evaluación acerca de cuán rápido el Gobierno debería cerrar la brecha
fiscal.
“Muchos
directores respaldaron un reequilibrio fiscal más acelerado, que permitiría
tasas de interés más bajas, reduciría las presiones al alza sobre el peso y
limitaría las vulnerabilidades ante un endurecimiento repentino de las
condiciones de financiamiento externo”, indica el comunicado del Fondo. “Varios
otros directores –agrega–, si bien coincidieron con la necesidad de reducir el
déficit fiscal, también señalaron el posible crecimiento económico y el impacto
social de una consolidación más rápida.”
El Fondo
ofreció un panorama optimista para la economía argentina. El organismo prevé
que la recuperación del consumo se consolide el año próximo con una mejora de
los salarios. Lo mismo prevé para el crecimiento del producto bruto interno
(PBI) y la caída de la inflación, prevista ahora, por el Gobierno, para el 15%
el año próximo.
“La
Argentina está experimentando una sólida recuperación de la recesión del año
pasado e, incluso frente a la consolidación fiscal planificada y los constantes
esfuerzos de desinflación, se espera que el crecimiento se consolide en los
próximos años. La inflación continúa cayendo, aunque a un ritmo más lento que
el objetivo del Banco Central”, evaluaron los técnicos del FMI.
En medio
del debate sobre las tasas de interés que ha estado en el centro del
“recálculo” oficial de las metas, el Fondo recordó que las tasas de interés
reales “aún altas” actuarán como un “obstáculo” para el crecimiento, pero
“deberían facilitar una disminución de la inflación hacia niveles de un solo dígito”.
El Gobierno, por ahora, ha dado señales de favorecer un mayor crecimiento a
costa de una mayor inflación.
Fuente: AT