El juzgado de Familia de Tigre autorizó a una madre a
compartir con su hijo una celebración religiosa de cinco días que había sido
cuestionada por su ex marido. La jueza destacó el respeto a las creencias
religiosas de los progenitores y desalentó llevar a la Justicia por este tipo
de conflictos.
El Juzgado de Familia Nº 1 de Tigre, a cargo de Sandra
Veloso, autorizó a una madre a compartir con su hijo una celebración religiosa
de cinco días que había sido cuestionada por su ex marido.
La jueza sostuvo que que los padres deben ofrecer
esparcimiento y vida social acorde con
la edad del
hijo, desarrollo y educación integral
y que en modo alguno pueden imponer su propia religión a su hijo y que
la comparecencia del menor al Tribunal tiene sus límites.
Ambos padres podrán guiar a su hijo de acuerdo a sus propias
convicciones y en línea a la religión
que cada uno profesa; pero, de modo alguno
pueden imponerla ni cercenarle ninguno de sus derechos.
En esa línea, Veloso añadió que compartir unos días con su
madre, en un marco de festividad y encuentro familiar, puede repercutir
favorablemente en él, e incrementar el vínculo de ambos, en especial porque
este es el ámbito en que su madre se siente cómoda y a gusto.
"El marco de la educación moral y religiosa no puede contraponerse con la obligación de los
padres de brindar a sus hijos educación y garantizar el derecho al
esparcimiento y vida social acorde con su edad", explicó la magistrada y
añadió que ambos padres podrán guiar a su hijo de acuerdo a sus propias
convicciones y en línea a la religión
que cada uno profesa; pero, de modo alguno
pueden imponerla ni cercenarle ninguno de sus derechos.
Por último, la titular del juzgado resaltó que "la
pertenencia de la madre a una religión, no constituye una causal de
inhabilidad, ya que la pertenencia a esa fe no implica conductas exteriores
jurídicamente relevantes que estén sometidas a la autoridad de los
magistrados".
Fuente: Abogados Tucumán