De la teoría a la práctica. Apenas un
mes después de publicar suencíclica sobre
ecología –en
la que vinculaba el cambio climático al aumento de la desigualdad--, el papa
Francisco ha reunido en el Vaticano a 65 alcaldes de grandes ciudades para
debatir sobre el cambio climático y las nuevas fórmulas de esclavitud. En el
foro, organizado por la Pontificia Academia de las Ciencias Sociales, están
exponiendo sus tesis cada uno de los alcaldes, y está previsto que a las cinco
de la tarde intervenga Jorge Mario Bergoglio.
Durante su turno de 10 minutos, la
alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, pidió un debate sobre las causas del
consumo de prostitución entre los jóvenes. Carmena aseguró que se trata de un
debate vivo en los colegios pero que la sociedad esconde: "Entre los muchachos
se suscita el tema de por qué uno va de putas, por qué uno acepta la
prostitución, etc...". La alcaldesa de Madrid dijo también que "no se
puede desglosar" el cumplimiento de los derechos humanos con la lucha
contra la corrupción: "La corrupción política lo que hace es plantear dos
sociedades diferentes: la aparente o formal y la real".
"Si queremos evitar el terrible
crimen de la esclavitud sexual", añadió Carmena, "tenemos que
reflexionar con sinceridad sobre las causas". La temática del foro –el
cambio climático y las nuevas formas de esclavitud-- fue expresamente sugerida
por el papa Francisco al secretario de la Pontificia Academia de las Ciencias
Sociales, monseñor Marcelo Sánchez
Sorondo. Según el Vaticano –en línea con lo expresado por
Bergoglio en su reciente encíclica sobre ecología--, los dos fenómenos están
estrechamente ligados, por cuanto "el calentamiento global es una de las
causas de la pobreza y de las migraciones forzadas", circunstancias que
favorecen "la trata de personas, el trabajo forzado, la prostitución y el
tráfico de órganos". En el encuentro participan, entre otros, los alcaldes
de Nueva York, París, México o Bogotá. Los regidores firmarán luego una
declaración conjunta con las conclusiones del foro.
El foro fue abierto con el testimonio de dos jóvenes mexicanas, Karla Jacinto y Ana Laura Pérez, que narraron su experiencia de esclavitud. La primera explicó que, tras una infancia terrible dentro de su propia familia –"mis hermanos me violaban y mi madre me odiaba"--, se enamoró de un joven que la obligó a prostituirse durante años: "Incluso después de dejarme embarazada, tuve que prostituirme hasta los ocho meses de gestación". Ana Laura Pérez explicó con detalle la forma en qué fue esclavizada en un taller de sastrería. Dijo que, hasta que consiguió escapar y denunciar su situación, recibió golpes, vejaciones, falta de alimentación y hasta fue encadenada para que no se separara del puesto de trabajo.
Fuente: http://internacional.elpais.com/internacional/2015/07/21/actualidad/1437473870_702819.html