A partir de este martes, tucumanos y turistas cuentan con
nuevos motivos para visitar Villa Nougués, a sólo treinta minutos de San Miguel
de Tucumán.
Se trata de un nuevo mirador con vistas excepcionales de la
ciudad y tres senderos de baja dificultad que se incorporaron al producto
turístico Ecosendas, desarrollado por el Ente Tucumán Turismo en los cerros y
yungas. El proyecto fue realizado en conjunto por la Universidad San Pablo T y
el organismo provincial con el objetivo de preservar el patrimonio biológico
del territorio pedemontano y explotar turísticamente los senderos y miradores
para la práctica de trekking. La entidad turística provincial intervino desde
su área de Desarrollo con la previsión de cartelería especialmente diseñada
para brindar información de valor a los visitantes.
La inauguración se realizó el martes con la presencia del
titular del Ente de Turismo provincial, Sebastian Giobellina, la presidenta de
la Fundación para el Desarrollo, Catalina Lonac y el intendente de la ciudad de
Lules, Carlos Gallia.
“Aquí la gente va a poder conocer la flora y la fauna
autóctonas de Tucumán. La idea es integrarlo al birdwatching. Próximamente,
junto con Salta y Tierra del Fuego firmaremos un convenio para el avistaje de
aves a nivel nacional”, anticipó Giobellina.
El desarrollo de los nuevos miradores y senderos a la vera
de la ruta 338 en Villa Nougués surge a través de la Fundación para el
Desarrollo. “Desde que la Universidad adquirió las 3.800 hectáreas para nuestra
reserva en 2016, tenemos un grupo de biólogos trabajando permanentemente en la
recuperación de flora y fauna autóctona. En este caso, hoy inauguramos tres
senderos y un mirador que son para todos los tucumanos, por lo que precisamos
del involucramiento de toda la comunidad para su preservación”, explicó Lonac.
Estos tres nuevos senderos que llevan tan sólo unos 25
minutos de caminata, se suman a otros dos que ya posee la reserva y que se
extienden por una, dos y hasta cuatro horas. “El de cuatro horas es muy bonito
y se puede recorrer tanto a pie como a caballo, finalizando en unas cascadas
mágicas”, observó Lonac.
La empresaria destacó que “hay un segmento turístico que se
mueve para hacer avistaje de aves, algo que tratamos con mucha seriedad en la
reserva. En nuestro caso contamos con visitantes de diversas instituciones
nacionales e incluso internacionales como el Smithsonian que llegan para
estudiar la ruta migratoria de las aves.
Miradores y Ecosendas
Pablo Quiroga, biólogo y responsable de la Reserva San
Pablo, explicó el potencial paisajístico y turístico que posee el sitio. “La
idea es que las personas puedan abordar los miradores y senderos con mucha
facilidad. Aquí se puede sentir la frescura de la selva, el canto de las aves”
y agregó: “Cada sendero cuenta con cartelería explicativa acerca de las especies
que se pueden hallar”.
A su vez, indicó que “las especies típicas son el horco
molle, el laurel, el nogal, el cedro, el mato y el arrayán. También hay una
gran diversidad de aves silvestres”.
Con respecto a los tres miradores, el especialista explicó
que cada uno está proyectado con una temática diferente. “El primero tiene
cartelería con la silueta de las aves rapaces que pueden hallarse para que las
personas las reconozcan. Es muy frecuente ver águilas y halcones”, especificó
Quiroga. “Mientras, los otros dos miradores, que se inaugurarán próximamente,
están vinculados uno con la flora y el otro con la fauna autóctona”.
Fuente: Abogados Tucuman