La mayoría de las compañías anticipa que incrementará la
demanda de estos profesionales vinculados a ciencia y tecnología en el futuro
Ante el panorama incierto que ofrece el mundo del trabajo,
muchas personas que esperan que sus profesiones sean automatizadas -o
directamente eliminadas- por la tecnología en el futuro próximo, se preguntan
qué pueden hacer para anticiparse.
En la misma situación se encuentran quienes hoy están
decidiendo qué carrera profesional seguir o hacia dónde reconvertirse.
Los panoramas más apocalípticos auguran que ni los
ingenieros y programadores están a salvo de pasar a engrosar esa peligrosa
lista de profesiones "en peligro de extinción", en la medida en que
las escuelas básicas incorporen la programación en sus currículas, y que el
machine learning permita programar por voz y con comandos cada vez más
sencillos a las máquinas que se utilizarán en la vida diaria y la producción.
En este contexto, parece haber un consenso en todo el mundo
acerca de que las carreras vinculadas a las ciencias, la tecnología, la
ingeniería y las matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés) son las que gozan
de mayor salud y mantendrán una alta salida laboral.
Un reciente estudio de la consultora de talento Randstad en
Argentina, demostró que el 72% de las empresas locales reconoce activamente el
valor que da a los perfiles de empleados y candidatos con formación en esas
disciplinas.
Del estudio, en el que participaron referentes y directivos
del área de capital humano de casi 500 organizaciones, surge que consideran que
la incorporación de estos profesionales potenciaría el crecimiento de la
compañía.
En particular, las que mayor valoración positiva hacen de
este tipo de perfiles laborales son las grandes empresas, con un contundente
84%, seguidas por las microempresas con 69% y las Pymes, con un 68 por ciento.
"Para quienes tienen que formarse para ese futuro
claramente incierto que presenta hoy el mundo del trabajo, lo que está claro es
que difícilmente un profesional pueda desarrollar su carrera en el mediano
plazo sin dominar las prácticas y herramientas que trae consigo la
digitalización de la economía. Y en ese contexto se consolida en las
organizaciones una demanda creciente de perfiles con formación STEM”, afirmó
Andrea Ávila, CEO de Randstad para Argentina y Uruguay.
"Es importante visualizar que si bien hay un claro
consenso de que estas disciplinas configuran la base de las carreras del
futuro, en Argentina, al igual que en muchos países, no son las áreas de
formación más elegidas por los estudiantes" (Andrea Ávila)
Concretamente, el 51% de los ejecutivos de RR.HH.
consultados refiere que en su firma creció la demanda de personal con formación
STEM en los últimos años, y un 44% asegura que se mantuvo sin cambios.
Solo un 5% de las compañías que participaron en este informe
redujeron las búsquedas de este tipo de especialistas.
Más aún, un 48% espera que esas solicitudes de talento
específico continúen creciendo y otro 34% indicó que se mantendrán.
Las que sostienen esta tendencia son las grandes empresas.
En un 65% se valora hoy el talento STEM y en un 68% de esas firmas se espera
que crezca.
Claro que la valoración que se les da a los profesionales de
estas áreas vinculadas a ciencia y tecnología se refleja en distintas
expresiones. Una de ellas son los salarios y los beneficios.
Un 57% de las empresas considera que su oferta es poco o
nada atractiva para retener a ese segmento del capital humano. En el otro
extremo, solo 5% indica que tiene una propuesta de valor muy atractiva,
mientras que el 38% refiere que su esquema de salarios y beneficios es bastante
atractivo como para atraer talento con formación en disciplinas STEM.
Las grandes empresas son las más competitivas en términos de
salarios y beneficios, ya que el 57% de ellas dice contar con una propuesta de
valor muy o bastante atractiva, mientras que en las Pymes ese valor es de 41% y
en las microempresas de 38%, aclararon desde Randstad.
Contrapuestos
Pese a este panorama de buenos augurios para los
profesionales STEM, a los beneficios que reciben –generalmente superiores a sus
compañeros de otras áreas- y a la escasez de talentos que desde hace años se
denuncia desde los sectores de la economía vinculados a las actividades de
ciencia y tecnología, aún la producción de talentos no logró el auge necesario.
Por distintos motivos, quienes podrían especializarse en
ciencias, tecnología, ingeniería o matemáticas, siguen prefiriendo otras carreras.
"Es importante visualizar que si bien hay un claro
consenso de que estas disciplinas configuran la base de las carreras del
futuro, en Argentina, al igual que en muchos países, no son las áreas de
formación más elegidas por los estudiantes", afirmó Ávila.
"En muchos casos esto tiene que ver con la falta de
información sobre las profesiones y su vinculación con el mundo del trabajo,
pero el fenómeno es aun más complejo. Porque un mayor conocimiento de las
perspectivas de desarrollo que da una determinada formación no alcanza por sí
mismo para incentivar el estudio de esa disciplina", aclaró.
Para la CEO regional de Randstad, el caso más paradigmático
para ilustrar esta contraposición en el mercado de talento, se da en el sector
tecnológico: "Pesar de haber ganado fama de ser garantía del éxito
profesional y económico desde hace algunos años, no logra atraer estudiantes en
cantidad necesaria para evitar el descalce entre la oferta y demanda laboral
que se da en todo el mundo con muchos de los perfiles de IT".
El desafío no es menor si se piensa que muchas de las
profesiones que hoy están eligiendo los jóvenes pueden desaparecer en breve. A
la vez, muchos de los trabajos que deberán desempeñar en sus carreras aún no
existen.
Todo se da en medio de una reconfiguración general en el
universo del trabajo, de la mano de la transformación digital que, como opina
la CEO de la consultora, "plantea el desafío de cómo nos
recalificamos".
"Si pensamos en un mundo sustentable e inclusivo desde
el punto de vista de los negocios, necesitamos generación de trabajo y de poder
adquisitivo en las personas. Por lo tanto, hay que invertir en la capacitación
del personal para reasignarlos en tareas con valor agregado y futuro", le
dijo a iProfesional.
¿Pero cómo llegar a ese nuevo estadío de "skills"
que serán demandadas por las empresas en los empleados del futuro?
La responsabilidad de ese reentrenamiento del capital humano
recae, según la mayoría de los ejecutivos consultados por Randstad, en las
mismas empresas. Los trabajadores aparecen en segundo lugar y en tercero el
Estado.
"Creo que el futuro de trabajo representa un desafío
que es de magnitud. Aquí, si tenemos que dar un orden de prioridad, el sector
privado para mí es clave en esta transformación. Luego siguen las personas como
individuos en su recalificación personal, y por último el Estado, en la mejora
y el cambio del sistema educativo", resumió Ávila.
Fuente: Abogados Tucumán