Alejandra Carrillo tiene 43 años, es madre de cinco hijos y
hace dos años fue diagnosticada con un tumor benigno. En ese momento fue
operada para erradicar la patología pero esta semana volvió a tener esperanzas
de una vida mejor, tras ser intervenida quirúrgicamente en el hospital Padilla con
una cirugía reconstructiva.
La vida de la paciente cambió hace 24 meses atrás, cuando
acudió al CAPS ubicado en el barrio Ejército Argentino a causa de un dolor de
muelas. Allí el odontólogo a cargo la asistió y le indicó que se realizara una
radiografía. Alejandra se dirigió entonces al hospital Néstor Kirchner, donde
le realizaron los estudios y finalmente pudo confirmar que padecía de un tumor
mandibular, una enfermedad que es silenciosa y por eso importante de detectar a
tiempo.
Su camino para una mejor calidad vida llevó tiempo, pero no
bajó los brazos. Fue derivada al hospital Padilla donde fue intervenida
quirúrgicamente hace dos años, y donde luego conoció a su cirujana actual, a
quien le agradece profundamente por el éxito de su tratamiento: la doctora
María Gabriela Vega.
Ella llegó al hospital con un diagnóstico de tumor benigno.
En ese momento se pudo hacer solamente la recepción del tumor, pero requería
también una reconstrucción de su mandíbula. Lo que se hizo fue reconstruir esa
mandíbula, con un hueso de ella, de su peroné. Esto nos permite a posteriori
poder rehabilitarle la boca, implantar dientes y que se recupere toda la
función estética de su cara”, contó al respecto Vega.
Para poder realizar esta cirugía innovadora, también
trabajaron en el equipo: el doctor Luis Alberto Atienza y el doctor Sergio
Quildrian de Buenos Aires. El procedimiento duró alrededor de 10 horas, tras
las cuales Alejandra pasó a recuperarse por seis días en la terapia intensiva.
“Tuvo una muy buena evolución y en principio estaríamos
dándole el alta mañana. Esto fue importante porque de esta manera los pacientes
no tienen que trasladarse como lo hacían anteriormente a Buenos Aires, con lo
que eso implica en costos y en salir del núcleo familiar. Esto les permite
estar acompañados, y el factor emocional es muy importante en estos casos”,
puntualizó la médica.
Por su parte, Atienza detalló que la operación consistió en
desmontar toda la cirugía previa, y reparar ese gran defecto con el hueso del
peroné. “Ese hueso fue levantado con un pedículo vascular, moldearlo sobre una
placa de titanio y colocarlo en el defecto de la mandíbula”, expresó.
Cabe destacar que junto al equipo de cirugía trabajó el de
anestesistas, instrumentadores, personal de Farmacia y la Unidad de Terapia
Intensiva 1.
Un futuro lleno de esperanzas
“Quiero que la gente se comunique y se trate porque es una
enfermedad silenciosa, que se hagan las consultas con el dentista. Estoy muy
agradecida con mi gran familia y con la doctora Vega. Sin el apoyo de todos
ellos no estaría aquí”, comentó Alejandra y aseguró que cuando vuelva a su casa
quiere recuperar el tiempo perdido, volver a trabajar de lo que le gusta: la
repostería. “Realizo mesas dulces. Preparo tortas, cocino. Me gustaría
reanudarme a la sociedad muy pronto”, afirmó con una leve sonrisa dibujada en
su boca.
Fuente: Abogados Tucumán