No es neutral quién asume cada
rol. La igualdad de género no solo está relacionada con el 50 y 50 entre
varones y mujeres, sino que se deben generar las condiciones para que cada
persona pueda desarrollarse con libertad. Lo explica Marisol Andrés,
investigadora de la consultora de género Grow.
La igualdad de género se
convirtió en una prioridad de la agenda global. Cada vez son más las empresas
preocupadas en atraer, retener y hacer crecer al talento femenino. Pero la
pregunta es, ¿se puede mejorar la participación de las mujeres sin cambiar a
las organizaciones? Difícilmente. Desde Grow sostenemos que no alcanza con
tomar medidas para contratar mujeres, brindarles coaching; o ponerlas en los
boards. Las organizaciones deben trabajar para transformarse en espacios
verdaderamente inclusivos.
Para entender dónde está parada
una institución, es importante que parta de un diagnóstico sólido y realizado
por expertos. Es muy común encontrar organizaciones que alegan no tener
problemas de desigualdad, ya que cuentan con una presencia 50-50 entre varones
y mujeres en su fuerza de trabajo. Si bien es un paso adelante, también puede
ser solamente una cifra. Un síntoma bastante extendido es lo que solemos
denominar ceguera de género: dónde uno ignora lo que ignora. La igualdad de
género no está relacionada exclusivamente a la paridad numérica, se deben
generar también las condiciones para que cada persona pueda desarrollarse con
libertad, independientemente de su género. Pero para conocer las barreras, y
ver si uno padece de ceguera, se deben analizar varias cuestiones.
Cabe preguntarse entonces, en mi
organización, ¿dónde y cómo están distribuidas las mujeres? ¿Hay mujeres y
varones en todos los sectores, o hay aún espacios que son bastiones femeninos o
masculinos? ¿Se encuentran en su mayoría en las áreas de recursos humanos,
comunicación, responsabilidad social empresaria, o realizando tareas
administrativas? ¿Hay una presencia equitativa en puestos de decisión? ¿Existe
una cultura de "cero tolerancia" a hechos de violencia en el ámbito laboral?
En espacios donde hay mujeres, ¿tienen confianza para hablar y discutir? ¿Todos
y todas tienen las mismas oportunidades de crecimiento?
Aplicar la perspectiva de género
en las instituciones permite entender que éstas no son neutrales. Muchos de los
comportamientos naturalizados en los espacios de trabajo destacan como rasgos
positivos aquellos asociados a las identidades masculinas, como por ejemplo:
poseer un espíritu competitivo, demostrar liderazgo, autoridad e independencia.
Más importante aún, hay que desmitificar el impacto neutral de las decisiones.
En nuestra experiencia, casi todas las elecciones tienen un impacto de género:
las políticas de viajes, los horarios y lugares de las reuniones, quiénes las
organizan y lideran, quién toma nota o hace el café, qué tipo de líder se
promueve, el uso del espacio, y un sinfín de cuestiones que en principio
parecen neutrales, pero dado los roles sociales asignados a varones y mujeres,
no lo son.
La "ceguera" de género
no ve el privilegio que las sociedades otorgan a los varones
"hegemónicos" (blancos, heterosexuales, educados), como tampoco
percibe la existencia de una discriminación persistente y sutil contra la
mujer, que se refleja en asimetrías en licencias de maternidad y paternidad, así
como también en los techos de cristal, entre otros.
Con el objetivo de mejorar la
forma de trabajar de las empresas, se han desarrollado una variedad de alianzas
público-privadas (PPP) donde el Estado, organismos internacionales y el sector
privado suman fuerzas para luchar por la igualdad de género en el mercado de
trabajo. ¿Su objetivo? La eliminación de las brechas de género existentes, no
solo las salariales sino también las diferencias en la participación laboral,
la eliminación de la violencia en los ámbitos de trabajo, la desigualdad en la
toma de decisiones y un mejor equilibrio entre la vida laboral y personal,
todas medidas que requieren del compromiso tanto del sector público como del
privado.
Los sellos de igualdad de género
en Argentina
Mediante una alianza entre ONU
Mujeres, la OIT y la Unión Europea se ha desarrollado el programa Win-Win: La
igualdad de género es un buen negocio, que busca promover la igualdad de género
en el sector empresarial en Argentina, Uruguay, Brasil, Chile, Costa Rica y
Jamaica. Tiene como base los Principios de Empoderamiento de las Mujeres (WEPs)
creados por ONU Mujeres y el Pacto Global en 2010 y firmados por casi dos mil
empresas en todo el mundo.
En Argentina, a fines de 2018 el
gobierno nacional desarrolló -junto al Banco Interamericano de Desarrollo
(BID), el Foro Económico Mundial (WEF) y el sector privado- la Iniciativa de
Paridad de Género (IPG) una invitación a que las empresas incorporen prácticas
para mejorar las condiciones laborales y aumentar las oportunidades para las
mujeres. Ambos sellos tienen aspectos a destacar. Parten de un diagnóstico
organizacional que busca medir cuáles son los aspectos más urgentes sobre los
que trabajar, para luego proponer un Plan de Acción a la medida de cada
organización. El enfoque de ambos consiste en construir conocimiento colectivo
y modificar prácticas, para que cada organización mejore de a poco su realidad.
La importancia de este tipo de
iniciativas es que están focalizadas en los procesos de trabajo. Pensar en
mejorar estos procesos es un factor fundamental para reducir arbitrariedades y
establecer criterios claros, transparentes en todos los pasos de la vida
corporativa: igualdad de oportunidades en los procesos de contratación,
desarrollo y promoción profesional, adaptación de la infraestructura,
compensación igualitaria, equilibrio entre trabajo y vida personal, entornos de
trabajo libres de violencia, comunicaciones libres de estereotipos de género,
entre otros.
Cada empresa que analiza el lugar
en el que se ubica respecto de la igualdad de género, tiene la oportunidad de
desandar el camino de la inequidad y contribuir a promover la diversidad en sus
ambientes de trabajo. Desde Grow proponemos que las organizaciones se revisen,
se piensen, desanden algunas prácticas y promuevan otras nuevas. Sin trabajar
hacia un cambio cultural y profundo, es difícil sostener en el tiempo la
igualdad entre varones y mujeres en los ámbitos laborales.
Por Marisol Andrés, investigadora
de la consultora de género Grow.
Fuente: https://www.clarin.com/entremujeres/carrera-y-dinero/toma-nota-hace-cafe-lidera-reunion-tipo-ceguera-comun-parece_0_dyyTQ8Ptw.html