Hoy, como todos los 29 de agosto,
se celebra en Argentina el DÍA DEL
ABOGADO. Esta conmemoración se debe a que esa misma fecha, pero del año
1810 nace en San Miguel de Tucumán el abogado, jurista y autor intelectual de
la Constitución Argentina de 1853, JUAN
BAUTISTA ALBERDI.
La fecha fue elegida por la
Federación de Colegios de Abogados (FACA) y comenzó a adoptarse desde 1958 bajo
la presidencia de Arturo Frondizi.
Pero ¿cómo es la vida de un
abogado?
Algunos desempeñando su profesión
en el Poder Judicial, otros en sus propios estudios jurídicos de manera
independiente, pero siempre hay un punto en común, de encuentro:
Tribunales. Ese gran palacio de la
famosa y larga escalinata, quién no lo ha visitado alguna vez.
La actual manzana del Palacio,
está comprendida entre las calles Lamadrid (al sur), Congreso (al este),
General Paz (al norte) y 9 de Julio (al oeste). Cualquiera que pudiera pasar
una mañana por esas 4 veredas observaría un gran desfile de personas, sus
cuatro entradas siempre son transitadas.
Podemos observar cómo los
trabajadores en la obra en construcción de la acera del frente, por calle 9 de
julio, elevan la estructura del nuevo edificio de Tribunales.
Si ingresamos al edificio en las
primeras horas de la mañana se puede visualizar la misma cantidad de gente que
pasado el mediodía, subiendo y bajando las escaleras, tal vez algunas tomando
el ascensor; abogados de traje en esquinas conversando con sus clientes;
personas preguntando en las ventanillas novedades, y empleados atrás de los
mostradores repletos de expedientes y trabajos por hacer.
Uno que otro abogado se toma su
descanso y se dirige a uno de los bares que rodeaban al palacio, o al
tradicional “Havanna” en donde se volvió popular por albergar a masas de
abogados, que esperan la llegada de sus clientes o simplemente se toman un
recreo para luego retomar a sus actividades.
Esa manzana de barrio Sur tomó el
apodo de “Zona de Tribunales” y no hay quién desconozca ese lugar, desde chicos
que al salir de su horario escolar se reúnen a pasar un largo rato en la famosa
plaza Yrigoyen hasta adultos que por una cuestión u otra deben recurrir a
realizar sus trámites.
La profesión del abogado es de
tiempo completo, 3 o 4 veces a la semana visita Tribunales, luego de que el
gran Palacio cierra sus puertas, seguramente sigue pendiente de sus
obligaciones en su hogar o en su estudio jurídico, entran a la oficina, los
expedientes en tu escritorio y el correo electrónico repleto de temas urgentes
por abordar.
Lee y relee el documento que presentó,
decide cambiar algo o se arrepiente de no haber escrito otra cosa, consulta con
algún colega, agenda citas, ya está pensando en el siguiente caso, y mientras
tanto se toma un café, en lo posible bien cargado, mientras espera la llegada
de su próximo cliente.
Es un trabajo que implica lidiar
con operaciones muy complejas y por ende pasar muchas horas en la oficina
estudiando casos, frente a un expediente, pero sin durar es una profesión
gratificante para todo aquel que haya estudiado Derecho: la satisfacción de una
sentencia ganada, o haber ayudado a alguien judicialmente, aunque no siempre se
haga justicia, no tiene precio para un abogado.
Es por eso que desde Abogados Tucumán queremos hacer
extensivo el saludo a todos los que practican este oficio, a quienes hemos
tenido el gusto de poder entrevistar y que han tenido la solidaridad de
contribuir con el portal para que pudiéramos contar sus historias.
¡FELIZ DÍA A LAS ABOGADAS Y LOS
ABOGADOS!
Fuente: www.abogadostucuman.com