
La fotografía ha permitido que muchos recuerdos
queden intactos en nuestra mente. Al igual que también permitió documentar
situaciones que nunca nadie se le hubiera ocurrido era posible que pasara.
Entre mucho de los inventos que moldearon el avance del siglo XX, la cámara fotográfica
fue uno de los mas aclamados por el publico en general. A tal punto de que hoy,
casi todos los aparatos tecnológicos incluyen entre sus características una cámara.
En esta ocasión,
el Museo de Historia Natural de Londres organizo al igual que todos los años
una competencia de fotografía. Que tiene por particularidad la unión entre el
mundo animal y el mundo civilizado. Una extraña combinación de factores que remarca
su rareza, ver como se desenvuelve la naturaleza en un mundo lleno de concreto.
O mejor dicho, como la naturaleza fue acaparada por el hombre, y como hoy los
animales son en algunos casos utilizados como mero entretenimiento.
Las intenciones
de este gran evento, es poder documentar situaciones en donde la vida animal
entra en sinergia con lo humano. Una vida animal donde se prioriza la supervivencia.
Entre todas las fotografías que se postularon para ganar el primer puesto de la
competencia. Encontramos la fotografía de Aaron Gekoski en donde se
puede observar a un orangután siendo explotado para simplemente hacer reír a
unos cuantos observadores. Una imagen que demuestra el desagrado de la naturaleza
frente a la supremacía humana que presentamos hoy como una cuestión hegemónica.
La fotografía, se
ha transformado en el hobby de muchos y en la forma de vida de muchos. Para Aaron
su método de expresión y de recordar imágenes que quizás jamás se borren de su
lente. Aunque no gano el primer puesto, su foto esta dando vueltas al mundo. Demostrando
que el dicho se cumple “Una imagen vale más que mil palabras”
Fuente: abogadostucuman.com