La
provincia de Salta deberá incorporar mujeres en la cúpula del servicio
penitenciario. Esta decisión se dio en el marco de un amparo colectivo
impulsado por una agente y el Foro de Mujeres por la Igualdad de Oportunidades
contra la Dirección General del Servicio Penitenciario y Ministerio de
Gobierno, Derechos Humanos y Justicia de la provincia.
Se
trata de la causa caratulada "Farfan, Yone Mabel y Foro de Mujeres por la
Igualdad de Oportunidades Vs. Dirección General del Servicio Penitenciario y
Ministerio de Gobierno, Derechos Humanos y Justicia de la Provincia de Salta s/
Amparo Colectivo”, donde la jueza Victoria Mosmann hizo lugar parcialmente a la
acción y ordenó dar cumplimiento a medidas colectivas de acción positiva para
“perforar el techo de cristal que impide el acceso de las mujeres” a los
cargos.
En
el expediente se solicitaron, por un lado, medidas de alcance individual a
favor de una agente penitenciaria. En cuanto a las pretensiones colectivas, se
requirió que el Servicio Penitenciario "no siga ejecutando actos de
discriminación y violencia de género”, y se fije cupo femenino en los cargos de
la plana mayor, en conformación de la junta superior de calificaciones y de las
juntas de calificación para oficiales, suboficiales, ascensos y eliminaciones
extraordinarias.
Las
accionantes sostuvieron que, en la labor profesional que desarrollan en el
Servicio Penitenciario de la Provincia de Salta “se ha impuesto” un “techo de
cristal”, por el que las trabajadoras “no logran acceder a los puestos de mayor
rango, jerarquía y nivel de decisión”.
“Es
evidente que el problema no es el denominado suelo pegajoso (sticky floor) que
dificulta el acceso a los primeros niveles de carrera, sino que -tal como lo
reclaman las actoras-, es el acceso a los puestos más altos en la carrera del
Servicio Penitenciario, esto es la Plana Mayor, lo que se ve obstaculizado para
las trabajadoras del Servicio Penitenciario ya que se encuentran ocupados por
hombres exclusivamente”, señaló la magistrada.
Según
consta en la causa, en toda la historia del Servicio Penitenciario de Salta “no
se encuentran antecedentes de que mujeres hayan ocupado los cargos de Directora
y Subdirectora General”, y hasta diciembre de 2019 “no existía personal
femenino que detentase el grado de prefecto, ni de prefecto mayor”.
“Es
evidente que el problema no es el denominado suelo pegajoso (sticky floor) que
dificulta el acceso a los primeros niveles de carrera, sino que -tal como lo
reclaman las actoras-, es el acceso a los puestos más altos en la carrera del
Servicio Penitenciario, esto es la Plana Mayor, lo que se ve obstaculizado para
las trabajadoras del Servicio Penitenciario ya que se encuentran ocupados por
hombres exclusivamente”, señaló la magistrada.
De
este modo, la sentenciante advirtió la “discriminación” a la que han sido
sometidas las mujeres para el ascenso a los cargos superiores, por lo que
concluyó “necesario adoptar medidas para hacer cesar la discriminación por
género que impone un techo de cristal a las trabajadoras que conforman el grupo
accionante”.
Entre
otras cuestiones, dispuso un mecanismo mediante el cual “se individualice la
cantidad de la población carcelaria en general y el porcentaje que representen
las internas mujeres, operando dicho porcentaje en el momento de toma de
decisión como piso de representación mínima del género femenino, y que dicho
piso nunca podrá ser inferior a una miembro mujer”.
También
ordenó a la provincia de Salta la realización de un informe semestral donde se
comunique el cumplimiento de lo dispuesto. “Las medidas que se disponen en la
presente sentencia se extenderán en el tiempo hasta tanto se adopten las
medidas reglamentarias por parte del Poder Ejecutivo, por la forma que
corresponda en el marco de su ámbito de competencias, para dar cumplimiento a
las mandas constitucionales y convencionales de igualdad y no discriminación de
género”, concluyó.
Fuente: https://www.diariojudicial.com/nota/87632/noticias/romper-el-techo-de-cristal.html