Miguel Ángel Pichetto, hoy auditor general de la Nación, opinó sobre la agenda judicial, las prisiones preventivas y el lawfare.

“El Presidente está tratando de armar una agenda propia, creo que algunos temas fueron equivocados como la reforma de la Justicia. Viejas ideas para un problema que es estructural, que no pasaba por ampliar los jueces de Comodoro Py”, sostuvo en una entrevista con Iván Schargrodsky en Cenital.

El excandidato a vicepresidente explicó que la reforma “está hecha” y agregó: “La hicimos en el 2014 con el propio gobierno de Cristina Fernández, que tiene que ver con el rol del Ministerio Público como sistema acusatorio, como tienen algunas provincias ya consolidado, con el juez de garantías, con una mirada diferente para equilibrar los roles, para evitar las discrecionalidades y para que exista un contrapeso entre el fiscal, el juez de garantías y el defensor”.

El proyecto de reforma judicial que envió Alberto Fernández cuenta con media sanción del Senado y está previsto que se trate en Diputados durante las sesiones extraordinarias.

Pichetto recibió críticas por su rechazo a las prisiones preventivas y al desafuero de Cristina Kirchner durante los cuatro años de Mauricio Macri. Consultado sobre el tema, destacó que “a veces hay que hablar a contracorriente y defender las ideas, el Estado de Derecho, el principio elemental de inocencia, que tiene que haber sentencia firme para meter preso a alguien”.

En ese mismo sentido, subrayó que es una tragedia para el país que un ex presidente vaya preso y que lo que tiene que haber son procesos judiciales más cortos y más rápidos. “Menem todavía tiene juicios de hace 30 años. Una locura, un verdadero disparate”, completó.

También, expresó su rechazo a lo que se conoció como “doctrina Irurzun”, que justificaba el otorgamiento de prisiones preventivas a exfuncionarios debido a los lazos que pudieran tener en el poder y su influencia para entorpecer las investigaciones.  “Creo que fue una pésima construcción”, dijo.

Con respecto al lawfare, consideró que “es una construcción defensiva interesante” y completó: “Me parece que hubo un exceso de causas como suele haber con los presidentes argentinos. A Menem también le metieron denuncias de todo tipo. Y a Macri también, el otro día me dijo que tenía 180 denuncias".