Para
dimensionar el rol que el futuro le depara al desarrollo tecnológico en
nuestras vidas, basta reflexionar que, en medio de la peor crisis sanitaria del
siglo, uno de los únicos sectores que no fue afectado, sino que incluso tomó
mayor impulso, fue el relacionado a las implementaciones tecnológicas, que
además vieron aumentada su participación e influencia en la dinámica de las
empresas y de la sociedad en general.
Desde
la máquina a vapor que impulsó la revolución industrial, hasta la llegada de
las computadoras personales que modificaron para siempre la gestión de datos y
llevaron a otros límites la capacidad operativa de cada trabajador, incluso antes
de la llegada de Internet.
La
red de redes cumplió recientemente sus primeros 30 años, y los más jóvenes hoy
en día no pueden entender cómo funcionaba el mundo, y nosotros mismos, sin conectividad
Wifi o, al menos, 4G.
El
impacto de la tecnología es sin duda determinante. Pero no debemos perder de
vista que las redes sociales crecen porque las personas quieren comunicarse e
interactuar, que la automatización evoluciona porque cada vez demandamos más
productos para nuestra subsistencia y bienestar, y que el E-Commerce gana
terreno porque encontramos una forma más práctica, cómoda y eficiente de
realizar intercambios comerciales.
Las
personas siempre estamos en el centro de los saltos tecnológicos, tanto
haciéndolos técnicamente posibles, como generando la demanda que los impulsa.
En
el ámbito laboral, la tecnología está llamada a ejecutar muchas de las tareas
del hombre, lo que supone un desafío para el ámbito laboral, que, al igual que
todos los mercados, se rige por la ley de la oferta y la demanda.
Cada
vez más, para ser demandados en el mercado laboral, vamos a tener que valernos
de aquellas capacidades humanas que no pueden ser reemplazadas por algoritmos.
Nuestras
“habilidades blandas” son ya en la actualidad altamente demandadas y no siempre
fáciles de encontrar, tal como se desprende de un estudio elaborado por
Linkedin, para el que entrevistaron a 291 directores de recursos humanos de
Estados Unidos, donde concluyeron que “para los selectores de personal es fácil
encontrar a personas con conocimientos y habilidades del área en la cual se
están postulando, pero lo difícil es encontrar a personas con habilidades blandas
para poder cumplir con el perfil solicitado”.
De
acuerdo con el mismo estudio, las 10 habilidades blandas más demandadas por los
empleadores son: buena comunicación, buena organización, trabajo en equipo,
puntualidad, pensamiento crítico, ser sociable, ser creativo, tener habilidades
interpersonales de comunicación, facilidad de adaptación y personalidad
amigable.
Desde
luego, sin dejar de lado la formación técnica profesional, el desarrollo de
nuestras habilidades blandas será cada vez más relevante para el éxito laboral,
aportando lo mejor del valor humano a la simbiosis hombre – tecnología.
(*)
CEO de GEA Logistics y director de Movant Connection, autor de “Significación
laboral” y “Dejarse enseñar”.
Fuente: https://mercado.com.ar/management-marketing/habilidades-que-importan-ante-el-avance-tecnologico/